ENTRE BRUJAS Y CALABAZAS
Halloween es una celebración que se ha extendido por casi todo el mundo como una distracción más, tanto para jóvenes como para niños, inclusive en algunos programas escolares, se exige a los niños disfrazarse de brujas, calabazas, esqueletos, arañas y todo lo que simboliza a la muerte y destrucción, supuestamente con la finalidad de divertir a los niños/as; sin embargo, en este acto aparentemente inofensivo, se va introduciendo a los inocentes niños e incautos jóvenes a una celebración a Satanás, dado que el 31 de octubre es el día de Satanás e inicio del año nuevo satánico. Esta fiesta está siendo tan popular como la Navidad o el carnaval, tanto por el consumismo, como por la publicidad y propaganda que se le da. Los supermercados, tiendas y casi en todo lugar se llenan de disfraces, a cuales más tétricos y colmados de imágenes que evocan muerte. Los padres y madres que no tienen discernimiento se esmeran por comprar un traje o máscara de muerte para sus hijos. Esos padres que tanto aman a sus hijos y no quieren el mal para ellos, menos la muerte de alguno de sus añorados hijos, si tuvieran entendimiento jamás los iniciarían en estas prácticas satánicas.
Entre algarabía, confusión, magia y encanto de esta celebración, algunos padres están abriendo el camino para que sus hijos/as entren a una adoración al diablo; directa o indirectamente, les están entregando a sus hij@s a Satanás involucrándolos en esta festividad y tolerando estas prácticas. Si se toman los elementos que evocan a Satanás y que simbolizan muerte, destrucción, terror, etc., para vestir a los hijos, se los está haciendo partícipes de estas prácticas diabólicas que vienen del mismo infierno, e inclusive si no se disfrazan, pero participan en aquello que es aparentemente inofensivo, como pedir dulces de puerta en puerta, ya están involucrados en actos que son satánicos. “Trick or treat” no son palabras inocentes de la noche de brujas o halloween, éstas encierran una maldición si no se les da lo que piden. Satanás quiere ser adorado a toda costa y él va a inventar cualquier forma de engaño para hacerse adorar.
"Cuando entres en la tierra que te da el Señor tu Dios, no imites las costumbres abominables de esas naciones. Nadie entre los tuyos deberá sacrificar a su hijo o hija en el fuego; ni practicar adivinación, brujería o hechicería; ni hacer conjuros, servir de médium espiritista o consultar a los muertos. Cualquiera que practique estas costumbres se hará abominable al Señor, y por causa de ellas el Señor tu Dios expulsará de tu presencia a esas naciones. A los ojos del Señor tu Dios serás irreprensible.” (Deuteronomio 18: 9-13 NVI)
Dios nos manda a no imitar estas costumbres que son abominables (repugnantes, aborrecibles) para no hacernos nosotros también abominables delante de Él. Dios quiere que todo nuestro ser: espíritu, alma y cuerpo sea hallado irreprensible para Su venida. “Y el mismo Dios de paz os santifique enteramente; y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo sean guardados irreprensibles para la venida de nuestro Señor Jesucristo.” (1ª Tesalonicenses 5: 23 RVG-R)
"No formen yunta con los incrédulos. ¿Qué tienen en común la justicia y la maldad? ¿O qué comunión puede tener la luz con la oscuridad? ¿Qué armonía tiene Cristo con el diablo? ¿Qué tiene en común un creyente con un incrédulo? ¿En qué concuerdan el templo de Dios y los ídolos? Porque nosotros somos templo del Dios viviente. Como él ha dicho: "Viviré con ellos y andaré entre ellos; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo." Por tanto, el Señor añade: "Salgan de en medio de ellos y apártense. No toquen nada impuro, y yo los recibiré." "Seré para ustedes un Padre, y ustedes serán mis hijos y mis hijas, dice el Señor Todopoderoso." (2ª Corintios 6: 14 -18 NVI) ¡Qué maravillosas promesas! y ¡qué amonestación! ¿Verdad que no podemos pasarlas por alto? Por eso Pablo continúa en el capítulo 7: 1 “Como tenemos estas promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, para completar en el temor de Dios la obra de nuestra santificación.” Cualquier comunión con las tinieblas contamina nuestro ser, aunque parezca inofensivo. La persona sabia que desea vivir en santidad debe apartarse de toda especie de mal. Tanto halloween, Todo Santos y día de los difuntos que se celebran el 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre respectivamente evocan e invocan a la “muerte”, son cultos o consultas a los muertos, santos o no santos; todo esto es abominación al Señor Dios Todopoderoso y ningún hijo de Dios debe practicar y participar de estas festividades.
Halloween es una celebración que se ha extendido por casi todo el mundo como una distracción más, tanto para jóvenes como para niños, inclusive en algunos programas escolares, se exige a los niños disfrazarse de brujas, calabazas, esqueletos, arañas y todo lo que simboliza a la muerte y destrucción, supuestamente con la finalidad de divertir a los niños/as; sin embargo, en este acto aparentemente inofensivo, se va introduciendo a los inocentes niños e incautos jóvenes a una celebración a Satanás, dado que el 31 de octubre es el día de Satanás e inicio del año nuevo satánico. Esta fiesta está siendo tan popular como la Navidad o el carnaval, tanto por el consumismo, como por la publicidad y propaganda que se le da. Los supermercados, tiendas y casi en todo lugar se llenan de disfraces, a cuales más tétricos y colmados de imágenes que evocan muerte. Los padres y madres que no tienen discernimiento se esmeran por comprar un traje o máscara de muerte para sus hijos. Esos padres que tanto aman a sus hijos y no quieren el mal para ellos, menos la muerte de alguno de sus añorados hijos, si tuvieran entendimiento jamás los iniciarían en estas prácticas satánicas.
Entre algarabía, confusión, magia y encanto de esta celebración, algunos padres están abriendo el camino para que sus hijos/as entren a una adoración al diablo; directa o indirectamente, les están entregando a sus hij@s a Satanás involucrándolos en esta festividad y tolerando estas prácticas. Si se toman los elementos que evocan a Satanás y que simbolizan muerte, destrucción, terror, etc., para vestir a los hijos, se los está haciendo partícipes de estas prácticas diabólicas que vienen del mismo infierno, e inclusive si no se disfrazan, pero participan en aquello que es aparentemente inofensivo, como pedir dulces de puerta en puerta, ya están involucrados en actos que son satánicos. “Trick or treat” no son palabras inocentes de la noche de brujas o halloween, éstas encierran una maldición si no se les da lo que piden. Satanás quiere ser adorado a toda costa y él va a inventar cualquier forma de engaño para hacerse adorar.
"Cuando entres en la tierra que te da el Señor tu Dios, no imites las costumbres abominables de esas naciones. Nadie entre los tuyos deberá sacrificar a su hijo o hija en el fuego; ni practicar adivinación, brujería o hechicería; ni hacer conjuros, servir de médium espiritista o consultar a los muertos. Cualquiera que practique estas costumbres se hará abominable al Señor, y por causa de ellas el Señor tu Dios expulsará de tu presencia a esas naciones. A los ojos del Señor tu Dios serás irreprensible.” (Deuteronomio 18: 9-13 NVI)
Dios nos manda a no imitar estas costumbres que son abominables (repugnantes, aborrecibles) para no hacernos nosotros también abominables delante de Él. Dios quiere que todo nuestro ser: espíritu, alma y cuerpo sea hallado irreprensible para Su venida. “Y el mismo Dios de paz os santifique enteramente; y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo sean guardados irreprensibles para la venida de nuestro Señor Jesucristo.” (1ª Tesalonicenses 5: 23 RVG-R)
"No formen yunta con los incrédulos. ¿Qué tienen en común la justicia y la maldad? ¿O qué comunión puede tener la luz con la oscuridad? ¿Qué armonía tiene Cristo con el diablo? ¿Qué tiene en común un creyente con un incrédulo? ¿En qué concuerdan el templo de Dios y los ídolos? Porque nosotros somos templo del Dios viviente. Como él ha dicho: "Viviré con ellos y andaré entre ellos; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo." Por tanto, el Señor añade: "Salgan de en medio de ellos y apártense. No toquen nada impuro, y yo los recibiré." "Seré para ustedes un Padre, y ustedes serán mis hijos y mis hijas, dice el Señor Todopoderoso." (2ª Corintios 6: 14 -18 NVI) ¡Qué maravillosas promesas! y ¡qué amonestación! ¿Verdad que no podemos pasarlas por alto? Por eso Pablo continúa en el capítulo 7: 1 “Como tenemos estas promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, para completar en el temor de Dios la obra de nuestra santificación.” Cualquier comunión con las tinieblas contamina nuestro ser, aunque parezca inofensivo. La persona sabia que desea vivir en santidad debe apartarse de toda especie de mal. Tanto halloween, Todo Santos y día de los difuntos que se celebran el 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre respectivamente evocan e invocan a la “muerte”, son cultos o consultas a los muertos, santos o no santos; todo esto es abominación al Señor Dios Todopoderoso y ningún hijo de Dios debe practicar y participar de estas festividades.