SOMOS EL COFRE DEL TESORO DE DIOS
Somos un cofre repleto de preciosas gemas, pero si no nos atrevemos a abrirlo, moriremos con nuestro tesoro intacto; y un día, ante el gran juez del universo vamos a rendir cuentas de cada gema que no hemos entregado para el bien de la humanidad. La humanidad necesita nuestros talentos y habilidades, pero sólo una buena actitud pone en marcha las habilidades. No importa cuán hábil sea la persona, si frente a la vida no tiene la mejor actitud, va rumbo al fracaso. Buena actitud o actitud positiva y habilidad te llevarán a sacar lo que llevas dentro de ti. La aurora boreal brilla en la oscuridad de la noche y a temperaturas muy bajas, sin embargo su luminiscencia transforma la oscuridad en un espectáculo sorprendente. No importa cuán oscuro esté todo a tu alrededor y cuán álgido sea el ambiente que te rodea, empieza a irradiar el resplandor de tus gemas para que otros se inspiren en ellas; no tengas temor a que roben tus talentos o los superen, porque siempre habrá aurora boreal en los polos cuando la temperatura baje a muchos grados bajo cero en medio del silencio y la oscuridad de la noche, y siempre tendrás tus propios talentos y creatividad aun cuando todo parezca oscuro a tu alrededor. Tus gemas emanan una gama de colores que sólo tú puedes difuminarlas si dejas que te opaque la crítica, o las circunstancias adversas; o por el contrario, puedes difundirlas en las más variadas formas y colores, que serán siempre únicas, si las dejas resplandecer y las esparces a pesar de la crítica o la adversidad. “Los hombres sabios, los que guiaron a muchos por el camino recto, brillarán como la bóveda celeste; ¡brillarán por siempre, como las estrellas!” (Daniel 12: 3 DHH)
La actitud que tomes frente a las circunstancias abrirá o cerrará tu cofre. Si tu actitud es buena, la llave girará para abrir, pero si tu actitud es mala, entonces se trabará; y no importa cuanto empeño le pongas, no se abrirá hasta que cambies tu actitud. Sólo tú decides cómo dirigir tu destino, y no interesa que hayas tenido circunstancias dolorosas en el trayecto que te impidieron sacar lo bueno de ti para darlo a los demás; siempre puede haber un nuevo comienzo, olvidando lo que queda atrás y viendo en tu interior cuánto tesoro todavía hay para ofrecer a otros. Los diamantes que están en el interior de la tierra sin ser extraídos, no sirven para nada y nunca nadie los podrá exhibir. Dios te ha creado con muchos dones y talentos para que cumplas tu propósito en esta vida, ha invertido en ti para recibir los dividendos, porque Él te ha creado para ser útil justo ahí donde te encuentras.
"El reino de los cielos es como un hombre que, yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. El que recibió cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que recibió dos, ganó también otros dos. Pero el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. "Después de mucho tiempo regresó el señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y trajo otros cinco talentos, diciendo: "Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos". Su señor le dijo: "Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor". Se acercó también el que había recibido dos talentos y dijo: "Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos". Su señor le dijo: "Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor". Pero acercándose también el que había recibido un talento, dijo: "Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo". Respondiendo su señor, le dijo: "Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré y que recojo donde no esparcí. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros y, al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el talento y dadlo al que tiene diez talentos, porque al que tiene, le será dado y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.” (Mateo 25: 19-29 RV 95).
Dios te ha creado único/a, con habilidades y talentos que sólo tú puedes tener, aunque otros posean lo mismo que tú, sólo tú puedes darle el toque de exclusividad con la gracia que Dios te dio. Muchos escriben mejor o peor que yo, pero nadie escribe como yo, esa gracia me la dio Dios; y tú tienes una gracia especial en lo que haces de acuerdo a tus habilidades y talentos, no trates de imitar a otros porque arruinarías tu estilo. Dios no nos ha creado en serie, es por eso que nuestra identidad es única y con un propósito determinado. Cada ser humano debe encontrar su propósito aquí en la tierra y desarrollarlo; para eso están los dones, talentos y habilidades que Dios nos dio, ya estamos equipados para la tarea que debemos emprender. Empieza a promover una actitud positiva frente a las circunstancias, y si todavía no sabes cuál es tu propósito en esta vida, pídele al Espíritu Santo que te muestre y decide realizar aquello para lo cual fuiste creado. El Mayor Tesoro que Dios ha puesto en los/as hijos/as de Dios es la Persona del Espíritu Santo, somos el cofre del tesoro maravilloso de Dios; exhíbelo dejándote guiar por Él todos los días de tu vida y Él te mostrará lo que debes hacer, cómo y cuándo. Te ayudará a sacar tus habilidades, talentos y dones y te enseñará cómo desarrollarlos. “El Señor dice: "Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti.” (Salmo 32: 8 NVI)
Somos un cofre repleto de preciosas gemas, pero si no nos atrevemos a abrirlo, moriremos con nuestro tesoro intacto; y un día, ante el gran juez del universo vamos a rendir cuentas de cada gema que no hemos entregado para el bien de la humanidad. La humanidad necesita nuestros talentos y habilidades, pero sólo una buena actitud pone en marcha las habilidades. No importa cuán hábil sea la persona, si frente a la vida no tiene la mejor actitud, va rumbo al fracaso. Buena actitud o actitud positiva y habilidad te llevarán a sacar lo que llevas dentro de ti. La aurora boreal brilla en la oscuridad de la noche y a temperaturas muy bajas, sin embargo su luminiscencia transforma la oscuridad en un espectáculo sorprendente. No importa cuán oscuro esté todo a tu alrededor y cuán álgido sea el ambiente que te rodea, empieza a irradiar el resplandor de tus gemas para que otros se inspiren en ellas; no tengas temor a que roben tus talentos o los superen, porque siempre habrá aurora boreal en los polos cuando la temperatura baje a muchos grados bajo cero en medio del silencio y la oscuridad de la noche, y siempre tendrás tus propios talentos y creatividad aun cuando todo parezca oscuro a tu alrededor. Tus gemas emanan una gama de colores que sólo tú puedes difuminarlas si dejas que te opaque la crítica, o las circunstancias adversas; o por el contrario, puedes difundirlas en las más variadas formas y colores, que serán siempre únicas, si las dejas resplandecer y las esparces a pesar de la crítica o la adversidad. “Los hombres sabios, los que guiaron a muchos por el camino recto, brillarán como la bóveda celeste; ¡brillarán por siempre, como las estrellas!” (Daniel 12: 3 DHH)
La actitud que tomes frente a las circunstancias abrirá o cerrará tu cofre. Si tu actitud es buena, la llave girará para abrir, pero si tu actitud es mala, entonces se trabará; y no importa cuanto empeño le pongas, no se abrirá hasta que cambies tu actitud. Sólo tú decides cómo dirigir tu destino, y no interesa que hayas tenido circunstancias dolorosas en el trayecto que te impidieron sacar lo bueno de ti para darlo a los demás; siempre puede haber un nuevo comienzo, olvidando lo que queda atrás y viendo en tu interior cuánto tesoro todavía hay para ofrecer a otros. Los diamantes que están en el interior de la tierra sin ser extraídos, no sirven para nada y nunca nadie los podrá exhibir. Dios te ha creado con muchos dones y talentos para que cumplas tu propósito en esta vida, ha invertido en ti para recibir los dividendos, porque Él te ha creado para ser útil justo ahí donde te encuentras.
"El reino de los cielos es como un hombre que, yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. El que recibió cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que recibió dos, ganó también otros dos. Pero el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. "Después de mucho tiempo regresó el señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y trajo otros cinco talentos, diciendo: "Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos". Su señor le dijo: "Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor". Se acercó también el que había recibido dos talentos y dijo: "Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos". Su señor le dijo: "Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor". Pero acercándose también el que había recibido un talento, dijo: "Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo". Respondiendo su señor, le dijo: "Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré y que recojo donde no esparcí. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros y, al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el talento y dadlo al que tiene diez talentos, porque al que tiene, le será dado y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.” (Mateo 25: 19-29 RV 95).
Dios te ha creado único/a, con habilidades y talentos que sólo tú puedes tener, aunque otros posean lo mismo que tú, sólo tú puedes darle el toque de exclusividad con la gracia que Dios te dio. Muchos escriben mejor o peor que yo, pero nadie escribe como yo, esa gracia me la dio Dios; y tú tienes una gracia especial en lo que haces de acuerdo a tus habilidades y talentos, no trates de imitar a otros porque arruinarías tu estilo. Dios no nos ha creado en serie, es por eso que nuestra identidad es única y con un propósito determinado. Cada ser humano debe encontrar su propósito aquí en la tierra y desarrollarlo; para eso están los dones, talentos y habilidades que Dios nos dio, ya estamos equipados para la tarea que debemos emprender. Empieza a promover una actitud positiva frente a las circunstancias, y si todavía no sabes cuál es tu propósito en esta vida, pídele al Espíritu Santo que te muestre y decide realizar aquello para lo cual fuiste creado. El Mayor Tesoro que Dios ha puesto en los/as hijos/as de Dios es la Persona del Espíritu Santo, somos el cofre del tesoro maravilloso de Dios; exhíbelo dejándote guiar por Él todos los días de tu vida y Él te mostrará lo que debes hacer, cómo y cuándo. Te ayudará a sacar tus habilidades, talentos y dones y te enseñará cómo desarrollarlos. “El Señor dice: "Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti.” (Salmo 32: 8 NVI)
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