EMPIEZA A BRILLAR
Si tan sólo vinieres al mundo, para ocupar un espacio en este planeta, tu vida no se diferenciaría de la de un miserable gusano, que pese a su corta e insignificante estancia en este planeta, cumple su función y el propósito para lo cual ha sido creado.
Tu vida tiene un propósito; propósito que a diferencia de la del insecto, cumple una noble y específica función, función que inclusive los ángeles desearían cumplir. Tu función y misión en esta vida es la de “anunciar las virtudes de Aquel que te sacó de las tinieblas y te llevó a Su luz admirable.”(1ª Pedro 2: 9)
No puedes permanecer callada/o después de haber sido rescatada/o de una inminente muerte a causa del pecado. “Porque la paga del pecado es muerte…” (Romanos 6: 23ª); pero Dios en Su amor te extendió Su Gracia salvadora, entregando a su Hijo Jesucristo para liberarte y esa Gracia que alcanzaste, que fue superior a tu pecado te dio vida eterna. “… mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús.” (Romanos 6: 23b). Éste es el mensaje que los ángeles quisieran publicar, pero no se les está permitido, porque Jesucristo murió por los humanos y somos nosotros los que debemos anunciarlo a viva voz. Trabajes o no en tu misión, deberás responder ante tu Creador en el día del juicio y si has cumplido el propósito para lo cual Él te creó, lo escucharás decir: “Bien, buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de Tu Señor”. (Mateo 25: 21)
Tu vida debe ser faro, que brillando muestre el rumbo a otras vidas que detrás de ti vendrán. Si cumples el propósito para lo cual estás aquí y ocupas tu lugar como faro, pronto las tinieblas desaparecerán y tu brillo opacará el brillo mismo de las estrellas.
Dios es luz y en Él no hay ni una tiniebla y Él ha dicho que Sus hijos somos luz del mundo. Empieza a brillar como un faro en medio de la oscuridad.
Si tan sólo vinieres al mundo, para ocupar un espacio en este planeta, tu vida no se diferenciaría de la de un miserable gusano, que pese a su corta e insignificante estancia en este planeta, cumple su función y el propósito para lo cual ha sido creado.
Tu vida tiene un propósito; propósito que a diferencia de la del insecto, cumple una noble y específica función, función que inclusive los ángeles desearían cumplir. Tu función y misión en esta vida es la de “anunciar las virtudes de Aquel que te sacó de las tinieblas y te llevó a Su luz admirable.”(1ª Pedro 2: 9)
No puedes permanecer callada/o después de haber sido rescatada/o de una inminente muerte a causa del pecado. “Porque la paga del pecado es muerte…” (Romanos 6: 23ª); pero Dios en Su amor te extendió Su Gracia salvadora, entregando a su Hijo Jesucristo para liberarte y esa Gracia que alcanzaste, que fue superior a tu pecado te dio vida eterna. “… mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús.” (Romanos 6: 23b). Éste es el mensaje que los ángeles quisieran publicar, pero no se les está permitido, porque Jesucristo murió por los humanos y somos nosotros los que debemos anunciarlo a viva voz. Trabajes o no en tu misión, deberás responder ante tu Creador en el día del juicio y si has cumplido el propósito para lo cual Él te creó, lo escucharás decir: “Bien, buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de Tu Señor”. (Mateo 25: 21)
Tu vida debe ser faro, que brillando muestre el rumbo a otras vidas que detrás de ti vendrán. Si cumples el propósito para lo cual estás aquí y ocupas tu lugar como faro, pronto las tinieblas desaparecerán y tu brillo opacará el brillo mismo de las estrellas.
Dios es luz y en Él no hay ni una tiniebla y Él ha dicho que Sus hijos somos luz del mundo. Empieza a brillar como un faro en medio de la oscuridad.
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